Nadie contaba con Rio Ngumoha en St Jam’s Park. Es que el conflicto por Alexander Isak, el futbolista por el que el Newcastle le rechazó una oferta e 100 millones de libras al Liverpool, se robó los titulares. Pero después hubo un partido de locos y, cuando el 2-2 parecía inamovible, surgió el pibe de 16 años (que dentro de cuatro días cumple 17 años) y metió la cabeza en el millonario plantel de los Reds para darle la victoria al equipo de Arne Slot, cuando se jugaba el minuto 100.
El estadio de Newcastle era una fiesta, luego de remontar un 0-2 en contra, con el 2-2 de Will Osula en el minuto 87. Fue pura épica, carácter y orgullo en inferioridad numérica por la expulsión de Anthony Gordon hasta que el punto se escapó de las manos por la aparición de Ngumoha que definió al segundo palo luego de una gran jugada y darle otro pleno al Liverpool que obtuvo seis de seis. Engañoso.
El vigente campeón de la Premier disimuló entonces un partido decepcionante. No sólo por haber rifado una ventaja tan cómoda con un hombre más durante todo el segundo tiempo, sino por su juego de principio a fin, porque jamás dominó ni el fútbol ni el encuentro. Sin Alexis Mac Allister, el campeón fue pura eficacia y facturó sus tres remates.
En tres instantes se vio en una posición perfecta. Desde el derechazo que se inventó Gravenberch para el 0-1, en el minuto 35, hasta el perfecto toque de Ekitike, su delantero centro a la espera o no de Isak, a los 23 segundos de la reanudación para el 0-2, pasando por la expulsión de Anthony Gordon.
This angle of Gravenberch goal is absolutely insanepic.twitter.com/4g6pSs4JkW
— Melo☔ (fan) (@Melo_lfc) August 25, 2025
No se sintió nada cómodo en el primer tramo el Liverpool. Jugó apurado, estresado y sobrepasado, porque el Newcastle no sólo defendió, sino que fue un equipo lanzado hacia arriba cuando recuperó la pelota, cuando avistó cualquier espacio para correr. Y eso que no está Isak, su goleador. Sus números son irrebatibles: 52 goles en sus últimos 82 partidos. Por eso, el club de St. James Park pide 150 millones de euros. Por eso lo desea tanto el Liverpool, que no lo necesita tanto como su rival.
Ya ha invertido 95 millones de euros en Hugo Ekitike, aparte de los 125 de Florian Wirtz (desaparecido este lunes en el partido), otro recurso ofensivo, pero es que más allá de esa línea de ataque tiene futbolistas que marcan la diferencia en cualquier instante. Incluso en una versión irreconocible el Liverpool, advertido con un cabezazo de Anthony Gordon, golpeó con suma concreción.
Todo empeoró para el equipo local con la expulsión de Anthony Gordon. El hoy delantero del Newcastle cometió un error con una entrada desproporcionada, lejísimos de su área, para evitar un centro en largo de Virgil Van Dijk, al que le clavó parte de sus tacos en el gemelo. Primero amonestado con tarjeta amarilla, la revisión de vídeo la agravó a roja.
Newcastle era más hasta el 0-1 y más allá, incluso después del 0-2 cuando se quedó con diez. Revivió de pronto, con el cabezazo del 1-2 de Bruno Guimaraes, que puso en evidencia al Liverpool y su partido, mientras Sandro Tonali aún seguía renqueante y dolorido por un golpe en el hombro izquierdo. Inmóvil esa articulación, continuó hasta el minuto 66. Después también perdió a Joelinton y Schar.
Con uno menos, el Newcastle bombardeó el área de Alisson Becker, con un córner directo, con unos cuantos centros a la hoya empujado porel rugido de su hinchada pero el Liverpool agarró la pelota y manejó posesiones largas, pero en el final largo, otro balón largo, Konate que falló y el ingresado Will Osula se vistió de de Isak para marcar el 2-2 en el 87. Épico y merecido pero insuficiente lo del New Castle porque cuando se habían jugado 10 minutos de descuento apareció el pibe Ngumoha para liquidar el partido 3-2.
I cannot emphasis the levels of technical self-belief one must possess to do what Rio Ngumoha has done here.
To place it like that at 16 years of age is outrageous.
— CounterPressers (@CounterPressers) August 25, 2025
