Orlando Gill vivió una verdadera odisea para llegar al presente que hoy lo tiene como protagonista. El arquero paraguayo de 25 años tuvo que remar desde muy atrás para alcanzar su lugar en el fútbol argentino y, con esfuerzo y perseverancia, en este momento disfruta de un presente soñado: es titular indiscutido en San Lorenzo y ya debutó en las Eliminatorias Sudamericanas con su selección nacional.

Su historia en el Ciclón comenzó a inicios de 2024, cuando llegó a Boedo como una apuesta, traído por un grupo empresario. En aquel entonces, su incorporación generó más dudas que certezas: fue uno de los tantos jugadores sumados a la Reserva, de los cuales la mayoría ni siquiera llegó a debutar y varios ya abandonaron el club. Para colmo, durante sus primeros seis meses no pudo sumar minutos oficiales por una cuestión de cupo de extranjeros.

Sin embargo, el segundo semestre del año marcó un giro total. Gill comenzó a destacarse en la Reserva dirigida por Damián Ayude, que terminó subcampeona, y una serie de circunstancias le abrieron las puertas del primer equipo: la salida de Chila Gómez y la lesión de Facundo Altamirano obligaron al club a buscar soluciones. Con sus 196 centímetros de altura, Gill fue el elegido y no defraudó. Su rendimiento convenció tanto que San Lorenzo decidió desembolsar 500.000 dólares para adquirir el 50% de su pase.

Desde entonces, su nivel fue en ascenso. En 29 partidos disputados con la camiseta azulgrana, solo recibió 18 goles, consolidándose como una de las figuras del equipo. Ese presente llamó la atención de Gustavo Alfaro, quien lo convocó por primera vez para la doble fecha de Eliminatorias en marzo. Repitió en junio y, ya con Paraguay clasificado al Mundial 2026, Lechuga le dio la gran oportunidad de debutar: fue titular en la victoria 1-0 ante Perú en Lima.

En su estreno con la Albirroja, Gill mostró toda su seguridad y se lució con una atajada clave tras un remate de media distancia de Renato Tapia. Su actuación recibió elogios de la prensa paraguaya y confirmó que no solo está listo para competir en la élite, sino también para soñar en grande.

Damián Ayude realizó este miércoles un ensayo de fútbol formal pensando en el clásico de este viernes, a las 19, frente a Racing en el Cilindro de Avellaneda. Sin embargo, el 11 que paró el entrenador todavía no está definido y este jueves será un día determinante para saber si habrá modificaciones con respecto al equipo que igualó en el derbi con Huracán.

Ayude probó con dos variantes. Por un lado, Facundo Altamirano ingresó por Orlando Gill, quien se espera que esté a disposición tras su paso por la Selección de Paraguay y juegue ante la Acadé. Por el otro, Andrés Vombergar se metió en lugar de Matías Reali.

La principal duda es si Gastón Hernández, quien sufrió un desgarro el 16 de agosto y ya se perdió dos partidos, regresará por Daniel Herrera.