En una sola jugada, Angel Di María demostró lo que es como jugador y como hombre del fútbol. Porque convirtió un gol tras una hermosa definición para el 3-0 de Rosario Central ante Gimnasia y, antes de festejarlo, levantó la mano en un gesto muy noble con el público local.
A cinco minutos del final de un duelo accidentado y con el Lobo con uno menos, Di María recibió, enganchó y definió bárbaro, al segundo palo, para sentenciar (si hacía falta) la victoria canalla. Y ahí nomás, levantó su mano izquierda en un claro gesto de disculpas hacia los hinchas locales, que estaban naturalmente enojados por el momento de su equipo.
Un público platense que veneró al campeón del mundo en todo momento. Algo que valoró el propio Fideo todavía en la cancha. “Antes que me preguntes otra cosa, quiero agradecerle a la gente. El cariñoo es impresionante, no tengo palabras de agradecimiento para el hincha de Gimnasia y le deseo lo mejor”, dijo el 11.
Y enseguida, consultado justamente por el gesto de disculpas post gol, aseguró: “Fue por la gente porque desde que llegamos a La Plata fue muy buena conmigo. Me brindaron todo el cariño en el hotel, al llegar al estadio, en la cancha. Y por eso el gol no merecía un festejo. Por eso pedí perdón”.
El primer gol de jugada
Fue el quinto gol de Di María en el torneo, con una particularidad: fue el primero de jugada. Porque haseta acá, había convertido de penal a Godoy Cruz y Lanús, de tiro libre a Newell’s nada menos y olímpico a Boca.
El gol y las disculpas de Di María
Gimnasia de La Plata –