27/09/2025 20:14hs.
El gol de Nahuel Bustos, de carambola, que rodó lentamente hasta chocar con la red, refleja a la perfección el presente de un Talleres que, con este 1-0 sobre Sarmiento, volvió a ganar tras siete partidos sin victorias: un equipo con dificultades, que aunque tiene destellos de buen fútbol, le cuesta mucho convertir. Por eso, el grito desbordado y casi enloquecido de Bustos no solo le sacó la mufa a la T, sino que también lo liberó de una pesada mochila: no marcaba desde febrero del año pasado. Saltó los carteles publicitarios y corrió a abrazarse con unos hinchas que esperaban ganar para llegar envalentonados de cara a lo que viene: ni más ni menos que el clásico ante Belgrano.
Fue un desahogo enorme. Muy grande. Demasiado grande. Primero, por el momento del partido en que llegó el gol: Bustos le dio la victoria a un Talleres que no había tenido un buen primer tiempo y en el segundo logró remontarlo.
Comenzó mal, la T. Con la ambición y la presión por ganar, el planteo de Tevez hizo que la última línea del equipo se adelantara hasta el mediocampo para presionar e intentar encerrar al Verde en su arco. Sin embargo, el visitante, con las llegadas de Morales, logró poner en aprietos al local.
Pero ese PT quedará como un lejano mal recuerdo. Porque en el complemento dio un giro 180° y acumuló numerosas oportunidades que no pudo concretar. Hubo un tiro en el travesaño de Federico Girotti, dos mano a mano desperdiciados por Valentín Depietri y muchísimas aproximaciones que acorralaron al equipo juninense, que si bien no había jugado mal, terminó completamente condicionado por el empuje del Mario Alberto Kempes, que insistió manteniendo la exigencia y mostrando la necesidad de ganar hasta que Talleres lograra el gol.
Entró la pelotita y volvió a sumar de a tres en la fecha que más lo necesitaba, porque empató San Martín de San Juan y Aldosivi -competidores en la zona baja- y recibió una inyección de vida para poder ilusionarse para el derbi del próximo finde.