Rosario Central empieza a sentirse dueño de la Zona B: arrancó perdiendo con Instituto y, tras el empate de Ignacio Malcorra a los 33′ del 1T, Ángel Di María hizo su magia: se ganó un penal en el área rival y lo cambió por gol con su habitual tranquilidad para poner el 2 a 1 en el marcador. El campeón del mundo anotó 28 de los 34 ejecutados y no erra hace 15, acumulando 24 de los últimos 26.

Pocos minutos después -al 67′-, Ignacio Ovando hizo lo propio y anotó el tercero para los rosarinos, que con el 3 a 1 en el tablero empiezan a estirar la ventaja en su zona. Con 33 puntos, le sacan seis de diferencia a Riestra -que hoy perdió con San Lorenzo– y tanto Lanús como Vélez pueden recortarle, pero siguen sin poder alcanzar al equipo del Fideo.

D María comentó qué se sintió haber portado el brazalete de capitán de Central por primera vez: “Estoy muy contento. Me había acomodado, conocí al grupo. Es un orgullo para mí. Pero acá no hay capitán ni estrellas. Este equipo dejó la vida en el semestre pasado. Es merecido este presente porque Central lleva dos o tres años haciendo las cosas muy bien”.

Angelito fue otra vez el gran protagonista del Canalla. Como cada cancha que visita, su presencia despertó la admiración hasta de los rivales. En Instituto le hicieron un homenaje antes del partido. Cuando fue reemplazado, algunos hinchas cordobeses lo silbaron. “La gente va por su camiseta, es algo normal”, dijo Fideo entre risas. Igualmente, tras los 90 minutos muchos fueron a buscarlo para pedirle un autógrafo.

“La capitanía da igual, acá intentamos ayudar a todos. Ovando es muy joven y tiene mucho potencial para seguir creciendo”, comentó en alusión al autor del tercer gol, quien anotó tras un centro perfecto de Di María.

Angelito bajó línea con un mensaje muy contundente: no quiere que nadie se relaje en la recta final del año. Y lo hizo notar: “Hay que seguir, estamos en playoffs. Nos estamos enfocando, vamos partido a partido y estamos haciendo las cosas muy bien. Hay que seguir laburando”.