‘Beti’ Soriano: “La lesión llegó para seguir enseñándome”

‘Beti’ Soriano: “La lesión llegó para seguir enseñándome”


Betina Soriano tenía tan sólo 12 años cuando comenzó a jugar en Belgrano. Eran otros tiempos, tantas cosas han pasado. Vivió todas las transformaciones del fútbol femenino. Conoce triunfos y derrotas, alegrías y tristezas, vueltas olímpicas y sinsabores, canchas de tierra y de césped, canchas semivacías y estadios repletos. La historia de esta disciplina pasó mientras ella tiraba magia en el terreno de juego.

Por eso, ahora, la ‘Beti’ habla con serenidad, como si ya hubiera hecho las paces con el tiempo, ese que tanto apura a las y los futbolistas. Hace poco más de un mes se rompió el ligamento cruzado. Para muchos, una condena; para ella, un aprendizaje. Soriano tiene la voz tranquila de quien aprendió a convivir con los procesos. No hay dramatismo ni queja.

—¿Cómo estás llevando el proceso de recuperación? Tanto en lo mental como en lo físico.

—Por suerte la estoy llevando súper bien, con mucho optimismo. Me encuentro en un buen estado de ánimo, porque entiendo que esta lesión necesita de mucha buena energía y de positivismo. Así la transito todos los días. Me levanto cada mañana pensando en el objetivo que es mi rodilla, recuperarla de la mejor manera e ir logrando avances que también me hagan ver que el esfuerzo vale la pena. Es un proceso, es largo, pero me encuentra bien físicamente también; entonces creo que todo cuesta menos. Voy evolucionando muy bien, eso me hace estar contenta y me da tranquilidad de que voy haciendo las cosas bien, ya a casi un mes veo la rodilla bien, así eso me da pauta de que todo es avance.

—¿Qué sentiste cuando te dieron el parte médico?

—Ese momento fue la confirmación, porque cuando me ocurrió la lesión, yo ya sabía que algo feo me había pasado; uno lo llega a reconocer con mucha seguridad porque el cuerpo generó algo que no sentí nunca. Cuando me informaron que, al final, había sido la lesión que ya pensaba, creo que fue duro, pero caí en la realidad más tarde y me di cuenta que fue la peor noticia que me podrían haber dado. Realmente fue un golpe muy duro.

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El valor del aprendizaje.

La pausa del fútbol tiene algo cruel: te arrebata el movimiento. En el caso de ‘Beti’, esa ansiedad encontró refugio en la reflexión. “La lesión llegó para seguir enseñándome. Soy una persona que puede hacer muchas cosas a la vez, trabajo y entreno, siempre muy responsable con mis dos actividades dándolo todo y lo mejor, ser autoexigente, queriendo estar siempre al ciento por ciento. Creo que más allá de que tuve que parar la pelota obligadamente y que me hace estar relegada de todo y por más que no me guste, trato de aprender de esto que me toca”, dice Soriano; al tiempo que continúa en su análisis: “Es bajar un cambio, que a veces no es tan beneficioso hacer todo al límite, que hay que escuchar al cuerpo y a la mente porque después termina pasando factura. Este parate lo tomo con tranquilidad y para descansar, para extrañar la redonda, jugar, darlo todo, transpirar la camiseta. Se que cuando vuelva, voy a volver con todas mis ganas como más me representa.

El Belgrano que sueña.

Soriano, pionera del fútbol femenino, dio vueltas olímpicas con Belgrano, también con Talleres, anduvo por otros países, fue vital en la Selección nacional, es referente. En el plantel ‘pirata’ es escuchada. Su lesión llegó en un momento importante del torneo, cuando comienzan a definirse cosas. Pero ella, con la cabeza en alto, alienta a sus compañeras en lo que se avecina. Porque hay un objetivo: el campeonato.

“Tenemos todo, tenemos un gran equipo, que viene en construcción de años, con jugadoras de mucha calidad, hay consolidación, que entrena dándolo todo, que físicamente para mi es el mejor equipo del torneo, tenemos muchas ilusiones y ganas de lograr cosas grandes. Tenemos un club que nos acompaña y respalda, que nos da todo para que nosotras estemos enfocadas en el objetivo”, cuenta. Y se ilusiona.

Con Mariana ‘Pomu’ Sánchez, ‘Beti’ compartió vestuario, alegrías y hasta rivalidades. Hoy la vida las une en una nueva forma: una manda, la otra obedece. “’Pomu’ es una técnica que confía mucho en nosotras. Está 24/7 trabajando por y para el equipo. Nos empuja a ir siempre para adelante, quiere hacernos mejores. Busca que reconozcamos lo bueno que hacemos adentro de la cancha y que entendamos que siempre se puede mejorar. Mi relación con ella es muy buena: hoy es mi técnica, y estoy siempre a disposición, adentro o afuera. Me brinda confianza y tranquilidad todos los días”, relata.

SELECCIÓN. Hasta hace unos meses formaba parte del plantel albiceleste. Por la lesión, se está perdiendo la Liga de las Naciones.

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—¿Estás viendo a la Selección en la Liga de Naciones? ¿Qué te parece el andar del equipo?

—Por supuesto que la veo, soy más hincha que nunca de mi querida Selección. Sueño igual que ellas, que es la clasificación nuevamente al mundial, sé que ese es el gran objetivo. El equipo viene con un envión muy positivo desde la Copa América, se ha logrado crear un gran grupo y equipo, el cuerpo técnico trabaja muy bien. El ensamble de todo ha hecho que hoy se pueda ver una solidez, una confianza, una personalidad, son las cualidades que más siento que hoy demuestran dentro de la cancha. Hay un gran nivel futbolístico, mucha calidad, jugadoras de jerarquía que hoy han hecho que la Selección de un salto de nivel.

—¿Cuando ves los partidos de la Selección, los analizás como futbolista, como compañera o como hincha?

—Creo que ya en esta etapa en la que estoy, me siento a analizar como futbolista y en este caso como compañera, porque tuve la oportunidad de compartir con ellas. Entonces quizás me es más fácil poder encontrar los pro y los contra, porque un poco las conozco. Hoy me toca disfrutar de ellas, que es una de las cosas que también más me está gustando, porque hicieron que esta selección guste y contagie.

Una eternidad con forma de abrazo

Mirar el futuro.

Hablar con Soriano es entender que el fútbol femenino en Córdoba tiene historia y nombre propio. Ella fue una de las que jugó cuando no había camisetas para todas, cuando los entrenamientos eran en lugares ingratos, cuando el sueño parecía una utopía. Por eso se ilusiona sobre el presente y el futuro de la disciplina. “Hoy hay un fútbol femenino competitivo, que crece cada día y demuestra que está para ganarse el mismo lugar que el masculino. Se ve a nivel local, con la Selección, y también en el mundo. Mi deseo siempre es el mismo: que la apuesta de los clubes sea más fuerte, más comprometida, más real”, afirma.

Y, a propósito de futuro, ella piensa en volver. Entonces, expresa: “Sueño con mi regreso todos los días. Trabajo para ir por mis nuevos objetivos. Tengo metas. No me vuelvo loca por saber cuándo estaré otra vez en la cancha, pero sí trabajo para que sea pronto”.