Gustavo Costas volvió a explotar. Luego de una seguidilla de partidos en donde, según la visión del DT, Racing se vio perjudicado, contra Tigre vivió una especie de deja vu. Luego de que Darío Herrera sancionara penal por un agarrón dentro del área, el entrenador mostró (otra vez) todo su enojo.

Primero, antes de la ejecución del Chaco Martínez, Costas pareció pedirle a sus jugadores que se retiraran del campo como muestra de disconformidad con lo sancionado por el árbitro. Pero se quedó, y apenas el Matador puso el 1-1, toda su furia salió a la luz. Primero aplausos irónicos al juez, luego reclamos y, cuando Herrera se acercó para expulsar a Federico Costas, quien también estaba sacado por la decisión del juez, el DT también fue efusivo con el árbitro y terminó viendo la roja.

Lejos de calmarse, Gustavo Costas se metió al campo a encarar al juez, a quien le dijo “ladrón”, y tuvo que ser detenido por uno de sus hijos y algunos jugadores. Ahí fue cuando decidió ir hacia el vestuario pero sin dejar de insultar a Herrera. Por todo eso, y una vez consumada la derrota -cinco minutos después Russo puso el 2-1-, tanto el deté como sus jugadores se fueron del campo de juego sin hablar por la bronca en la decisión del árbitro que, según la mirada del cuerpo técnico, volvió a perjudicar a Racing.