Donald Trump y el avión presidencial de Estados Unidos, el Air Force One, se quedaron este domingo con todas las miradas en el Northwest Stadium de Washington. Allí se jugaba un partido entre los Washington Commanders y los Detroit Lions, por la NFL. Los protagonistas, sin embargo, fueron la silbatina con la que parte del público repudió la presencia del republicano y el riesgoso sobrevuelo de la aeronave, celebrado por el magnate en sus redes sociales.
El presidente estadounidense se convirtió este domingo en el primer presidente en ejercicio en casi medio siglo en asistir a un partido de temporada regular de la liga. La última persona en hacerlo había sido Jimmy Carter, en 1978.
En Washington, Trump dio un breve discurso que se escuchó a través de los altoparlantes del estadio y se reflejó en las pantallas gigantes. Lo hizo después de que trascendieran informes periodísticos sobre su deseo de que el próximo estadio de los Commanders, cuya construcción demandará 3.700 millones de dólares, lleve su nombre.
“Seguramente sería un nombre hermoso, ya que fue el presidente Trump quien hizo posible la reconstrucción del nuevo estadio”, había señalado en las últimas horas Karoline Leavitt, secretaria de prensa del presidente republicano.
A pesar del anhelo presidencial, hubo abucheos de algunos espectadores en las tribunas cuando Trump fue enfocado sobre el final del segundo cuarto, de pie en un palco junto al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson. Estaba con ellos Josh Harris, dueño de los Washington Commanders, anfitrión del presidente, a quien repudiaron nuevamente cuando fue presentado por el locutor del estadio en el medio tiempo.
Los abucheos continuaron mientras Trump leía un juramento para que los miembros del ejército lo recitaran como parte de una ceremonia en el campo durante el descanso del partido. El presidente norteamericano tuvo que frenar la lectura por esas muestras de repudio.
President Donald J. Trump arrives at Northwest Stadium for the @Commanders game. 🏈🇺🇸 pic.twitter.com/4tux8CGock
— The White House (@WhiteHouse) November 9, 2025
“Llego un poco tarde”, había reconocido Trump a los periodistas un rato antes, cuando bajó del Air Force One tras aterrizar en la Base Conjunta Andrews, después de un sobrevuelo del Northwest Stadium durante el partido. Luego se subió a su coche blindado para el trayecto hacia el estadio.
“Vamos a tener un buen partido. Las cosas van muy bien. El país está bien. Los demócratas tienen que abrirlo”, dijo, en referencia al cierre del gobierno que -entre otras consecuencias- impactó fuerte en la regularidad de los vuelos comerciales.
En el primer cuarto del domingo, antes de que llegara el presidente, el receptor de los Lions, Amon-Ra St. Brown, celebró una recepción de touchdown señalando hacia las gradas y moviendo los brazos al estilo del “baile de Trump” que varios atletas comenzaron a hacer el año pasado.
“Van a construir un estadio hermoso. Eso es en lo que estoy involucrado, estamos obteniendo todas las aprobaciones y todo lo demás”, dijo a la prensa el presidente estadounidense sobre las nuevas instalaciones, con la que los Commanders regresarán a Washington DC (desde 1997 juegan fuera de allí, en Maryland).
“Y tienen un dueño maravilloso, Josh (Harris) y su grupo. Y vas a ver cosas muy buenas”, elogió al propietario, cuyos tentáculos alcanzan a la NBA (Philadelphia 76ers), la NHL (New Jersey Devils) y la Premier League (tiene el 10% del Crystal Palace).
Josh Harris, el comisionado de la NFL Roger Goodell y Donald Trump, en la Casa Blanca en mayo pasado. Foto APSólo en otras dos ocasiones un presidente asistió a un partido de la NFL durante la temporada regular mientras estaba en el cargo: Richard Nixon en 1969 y Jimmy Carter en 1978. Trump se convirtió en el primer presidente en asistir a un Super Bowl cuando presenció en febrero a los Eagles de Filadelfia vencer 40-22 a los Chiefs de Kansas City.
La visita del domingo fue la última de una serie de apariciones de alto perfil en eventos deportivos por parte de Trump, incluyendo la Ryder Cup de golf, la carrera de autos Daytona 500 y el Abierto de Estados Unidos de tenis.
“Nos sentimos honrados de dar la bienvenida al presidente Trump al juego mientras celebramos a aquellos que han servido y continúan sirviendo a nuestro país”, expresó el presidente de los Commanders, Mark Clouse.
El impactante sobrevuelo del Air Force One
El 5 de septiembre de 1993, un avión de Aerolíneas Argentinas sobrevoló el estadio de River mientra el seleccionado nacional caía 5 a 0 a manos de Colombia en las Eliminatorias para el Mundial Estados Unidos ’94. El piloto fue severamente sancionado.
La vista aérea del Northwest Stadium desde el Air Force One. Foto ReutersTreinta y dos años más tarde, en la capital norteamericana, minutos antes de que Donald Trump se anotara como el tercer presidente en la historia de Estados Unidos en asistir, en pleno mandato, a un partido de la temporada regular de la NFL, el Air Force One, aeronave del titular del Ejecutivo, sobrevoló el Northwest Stadium de Washington causando gran revuelo.
Ocurrió durante el primer cuarto, antes de que la aeronave aterrizara en una base militar y de que el presidente de Estados Unidos saliera rumbo al estadio.
BIRD’S-EYE VIEW ✈️
Air Force One flies over the Washington Commanders stadium 🔥 pic.twitter.com/A5Z7VhfnMh
— The White House (@WhiteHouse) November 9, 2025
En redes sociales, la imagen se propagó rápidamente hasta con expresiones de susto y sorpresa.
Sin embargo, desde la Casa Blanca primero y las palabras de Trump después, dejaron en claro que se trató de algo planificado y que, de hecho, salió bien.
Ante la prensa el mandatario dijo: “¿¡Fue ese el mejor sobrevuelo de la historia?! ¡Nadie ha hecho un sobrevuelo así! Dicen que los pilotos del Air Force One son los mejores. ¡Y lo acabamos de comprobar!”.






