Nadie hubiera imaginado que el mismo Alejo Véliz que salió llorando del Gigante de Arroyito durante el partido frente a Boca estaría celebrando un golazo una semana más tarde. Que el esguince acromioclavicular grado 2 que sufrió en su hombro derecho a raíz de un fuerte choque con Ayrton Costa le permitiría regresar a tanta velocidad.
¿Cinco semanas? ¿Inmovilización? El killer que volvió al club junto a Ángel Di María mejoró con la misma velocidad con la que razonó la definición frente a Guido Herrera para marcar el 1-0 frente a Talleres.
En el mismo arco en el que había marcado su primer gol desde su regreso (ante Deportivo Riestra), Véliz controló y definió a la perfección luego de un centro bárbaro desde la derecha. Y salió a festejarlo, no sin emotividad, junto a sus compañeros. Todos ellos, claro, supieron al instante que todo el esfuerzo que Alejo hizo durante la semana surtió el efecto deseado.
En duda hasta último momento, el ex centrodelantero del Tottenham trabajó en la previa en su rehabilitación. Siguiendo los consejos del cuerpo médico que lidera Hernán Giuria, trabajando con los kinesiólogos y dando pasos rápidos pero seguros para poder estar este domingo en cancha entre los titulares.
Aunque lesiones como la que le diagnosticaron a Véliz suelen requerir el uso de un cabestrillo durante un buen tiempo, la molestia fue cediendo. O, al menos, resultó tolerable como para que Ariel Holan evaluara con seriedad la chance de mandarlo al campo.
En las últimas prácticas el entrenador testeó al jugador, también mantuvo charlas con el cuerpo médico para estar al tanto de si era asumir un riesgo mandarlo al campo. Y finalmente, lo hizo firmar entre los 11 primeros de la planilla.
El premio de ese trabajo de equipo entre CT, especialistas y el propio Véliz surtió efecto cuando se jugaban los últimos minutos del primer tiempo en el Gigante. Ese mismo estadio que se preocupó al ver su imagen llorando desconsolado en el banco frente a Boca.
Y que rápidamente pudo gritar un gol de ese pibe nacido del club, que siendo un purrete fue campeón en las competencias de malambo, y que sabe bailar con las situaciones más feas.
El momento de la lesión de Alejo Véliz ante Boca
Alejo Véliz –