Un momento de terror y silencio sepulcral se apoderó del Progressive Field de Cleveland y la MLB el martes a la noche, cuando David Fry, bateador designado de los Guardians, recibió un pelotazo brutal a 159 kilómetros por hora (99 mph) directamente en la cara mientras intentaba hacer un toque de bola en la sexta entrada durante un partido contra los Detroit Tigers.
La escena fue desgarradora. Fry intentaba hacer un “toque” sobre un lanzamiento de Tarik Skubal cuando la pelota esquivó completamente el bate y le dio de lleno en el rostro. El impacto fue en la zona de la nariz y la boca, haciendo que Fry se desplomara inmediatamente en el plato mientras se llevaba las manos a su cara ensangrentada.
La imagen del jugador de 29 años cayendo al suelo con las manos en el rostro quedará grabada en la memoria de todos los presentes. Fry cayó al piso instantáneamente con sus manos en la cara, antes de ser atendido por los médicos en el campo.
Skubal quedó visiblemente horrorizado después de ver dónde había impactado su lanzamiento. Tras el pelotazo, el pitcher de los Tigers se quitó su guante y gorra mientras observaba con impotencia cómo los entrenadores y el manager Stephen Vogt corrían a auxiliar a Fry.
El lanzador zurdo, ganador del premio Cy Young de la Liga Americana, no pudo ocultar su angustia. “Fue realmente duro verlo caer”, declaró Skubal a los reporteros después del juego. El pitcher admitió que ya se había puesto en contacto con Fry: “Ya me comuniqué con él. Estoy seguro de que su teléfono está explotando. Solo quiero asegurarme de que esté bien”.
David Fry fue hospitalizado durante la noche después del impacto. Según reportes del periodista de los Guardians Tim Stebbins, inicialmente fue llevado al Lutheran Medical Center antes de ser transferido al Cleveland Clinic Main Campus para observación.
El manager Stephen Vogt confirmó después del juego: “Está siendo examinado. Ha permanecido consciente todo el tiempo. Definitivamente hay algunas lesiones. Te daré una actualización mañana”.
Afortunadamente, Fry pudo ponerse de pie y caminar hasta la camilla antes de ser llevado al hospital cercano, lo que ofreció algo de alivio a los miles de fanáticos que presenciaron el momento aterrador.
A pesar del dramático incidente, los Guardians lograron ganar 5-2 a los Tigers, una victoria que empató la División Central de la Liga Americana. Sin embargo, la alegría del triunfo quedó ensombrecida por la preocupación por el estado de salud de Fry.