Cuando pase el estupor y la indignación por la barbarie que se vivió el miércoles por la noche en el partido en cancha de Independiente entre el Rojo y la Universidad de Chile por Copa Sudamericana, empezará la guerra de los escritorios por ver a quién sancionan. En realidad, ya arrancó: “Lo que acaba de hacer la parcialidad de la U. de Chile es una locura, al borde de la tragedia. Es muy triste”, dijo el presidente del club de Avellaneda, Néstor Grindetti, que pidió sanciones para los trasandinos. Y la respuesta de su par chileno no tardó en llegar.
Lo que se vivió anoche en el Libertadores de América fue una verdadera batalla campal. Al primer ataque de los chilenos le siguió una embestida de la barra del Rojo que tuvo vía libre para actuar ante una policía que no tomó cartas en el asunto. En medio de la desesperación, un hincha saltó al vacío para no ser linchado. Hasta ahora, se reportaron 97 chilenos detenidos y 19 heridos, uno de ellos en grave estado.
Enseguida, el uno del Rojo se puso en guardia para defender a su club. “Estuvimos hablando con la gente de Conmebol, vamos a defender los intereses del club porque Independiente no ha tenido nada que ver, está claro que el comienzo y la continuidad del problema fue de un solo público. De hecho hay 90 detenidos y son todos de la Universidad de Chile”.
“Acá corresponde una sanción al club chileno y una liberación de la responsabilidad a Independiente. La gente de seguridad, de Conmebol y de la ‘U’, si se pone una mano en el corazón, hay un claro responsable acá, que es la gente de la ‘U””, dijo contundente Grindetti.
“Estar preocupados de los puntos y quién tuvo la culpa ante los hechos que vimos, creo que no corresponde y habla muy mal de ellos”, respondió el presidente de la U, Michael Clark.
Más allá de los dichos de su par chileno, Néstor Grindetti analiza seriamente viajar en las próximas horas a la sede de Conmebol en Paraguay: “Si hay que viajar a Paraguay, lo haremos, vamos a seguir hasta la último. Acá corresponde una sanción al club chileno y una liberación de la responsabilidad a Independiente”.
La situación recuerda al famoso episodio del “gas pimienta” que ocurrió en un Superclásico de Copa Libertadores hace diez años en La Bombonera. Rápido de reflejos, Rodolfo D’Onofrio viajó a Paraguay horas después del incidente. Finalmente, Boca fue eliminado y sancionado y River pasó de fase.
Además, Clark criticó la falta de intervención policial y la disposición de los hinchas chilenos en al cancha.
Grindetti, apuntó con todo contra los chilenos, se olvidó del comportamiento posterior de la barra del Rojo y hasta defendió el operativo: “Las prevenciones que se tomaron eran lógicas”, dijo el hombre de Lanús, a pesar de haber recibido a 3500 hinchas visitantes sin haber incluido un pulmón que los separara de la hinchada local. Sin ir más lejos, un día antes en cancha de Racing por Copa Libertadores, un cordón de seguridad separaba a la barra de Peñarol del final de la tribuna, para evitar que pudieran arrojar cualquier objeto hacia abajo donde estaban los seguidores de La Academia.
🎙️ Tras realizar un recorrido realizado por los centros asistenciales en donde fueron derivados los hinchas de la U heridos en el estadio Libertadores de América, el presidente de Universidad de Chile, Michael Clark, emitió declaraciones.
Ejecutivos del club permanecerán en… pic.twitter.com/bEHAkUklHP
— La Voz Azul (@LaVozAzulLT) August 21, 2025
“El propio Clark, apuntó hacia allí: “Cuando ellos fueron a Santiago no les pasó nada, la seguridad estuvo ahí, las barras estaban separadas por un colchón, había guardias, policías, etc. Y si uno mira hoy día qué es lo que pasó, finalmente las barras estaban juntas, no había mallas, no había guardias, no había la policía. Cuando sacan a la gente de la U, quedan unos pocos, y es bastante inexplicable… Se meten 100, 150 personas y empiezan a pegarle a la gente de la ‘U’, no aparece nadie, entonces es muy lamentable”.
“No están a la altura, yo creo que es una muestra, una deshumanización de lo que pasó”, cerró el chileno.