En Defensa y Justicia – Boca todo estaba 0-0 hasta los 31′ de la segunda mitad, cuando una falta de Agustín Marchesín sobre Abiel Osorio derivó en que Jorge Baliño cobre penal para el Halcón. Pero todo lo que sucedió en los minutos posteriores a ese momento fue bastante llamativo…

Tras cobrar el penal, Baliño recibió el llamado del VAR, a cargo de Salomé Di Iorio, para revisar en el monitor si efectivamente sostenía su decisión o si anulaba el cobro. Hasta ahí, lo normal. Pero cuando comenzó a observar la jugada, tardó demasiado en tomar una decisión: ¡más de dos minutos!

Y su decisión fue sostener que efectivamente hubo un foul de Marchesin sobre Osorio y que, en consecuencia, era penal, como había cobrado originalmente. Pero hizo algo que, al menos hasta ahora, no había sucedido desde que los árbitros comenzaron a explicar sus decisiones con el micrófono abierto a todo el estadio.

¿Qué fue? Explicar que, efectivamente, era penal. “Después del chequeo VAR, observo contacto del jugador número 25 contra el jugador número 7. Decisión final: penal”, dijo. Esto es atípico: los árbitros aclaran sus decisiones únicamente cuando las revierten, no cuando las sostienen.

Es decir, lo lógico -o al menos lo que se conoció hasta ahora- es que Baliño diera una explicación si, en vez de cobrar el penal, lo anulaba.

Cobrado el penal, Osorio, ocho minutos después de que se produjera la falta, pateó y marcó el 1-0 de Defensa y Justicia, que terminó llevándose la victoria por 2-1 con un doblete suyo (lo hizo en tiempo adicional, para ganar el partido). En Boca, inmediatamente a ese penal, Leandro Paredes había puesto el empate parcial también desde los 12 pasos.