No es un juvenil más. En River lo ven como una de las grandes apuestas a futuro. Siendo un fruto premium del semillero y en la antesala del Mundial Sub 17, certamen en el que los principales clubes europeos se sientan a observar a los jóvenes talentos, desde Núñez aumentaron el blindaje de Felipe Esquivel. Antes de partir rumbo a Qatar, el pibe de 17 años pasó por las oficinas del Monumental, extendió su vínculo hasta diciembre de 2028 (tenía hasta 2026) y además se sumó al grupo de los jugadores con cláusula de 100M de euros (antes era de 30M).

Recuperado de la rotura del rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha que lo obligó a estar alejado de las canchas durante nueve meses y medio (287 días), Esquivel comenzó a sumar rodaje en Inferiores, fue recuperando el ritmo necesario y se ganó una merecida convocatoria a la Selección de Diego Placente. Porque tiene algo distinto y porque su talento no pasó inadvertido ni siquiera antes de llegar a Núñez.

Su historia comenzó en Chaco, donde dio los primeros pasos en Sarmiento de Resistencia y mostró una zurda mágica, con gambeta, pegada y capacidad para sacarse hombres de encima. Fue suficiente para que los captadores de River se movieran rápido y lo ficharan a principios de 2022.

Su crecimiento en el club fue veloz. Se destacó en Inferiores, fue convocado a la Selección Sub 15 y hasta le marcó un gol a Brasil en el Sudamericano de la categoría. Pero en ese mismo torneo, durante el partido por el tercer puesto ante Chile, llegó la pesadilla: un mal movimiento, dolor, estudios y el diagnóstico temido. Rotura de ligamentos.

Desde entonces, todo fue esfuerzo, paciencia y rehabilitación. Largas tardes de kinesiología, entrenamientos diferenciados y la ansiedad que, a veces, se volvía insoportable. Pero con sus ganas de jugar a la pelota y el apoyo de sus queridos, Esquivel dejó atrás el mal trago y quiere cerrar el 2025 a lo grande con la Albiceleste.

Mientras tanto, en Núñez lo siguen con atención, sabiendo que ese zurdo escurridizo que llegó desde Chaco todavía tiene mucho por dar. Y por eso, ya lo blindaron…