Las suspicacias y los rumores están a la orden del día. A pesar del fresco recuerdo de haber llegado a la semifinal del Torneo Apertura, el flojo inicio del segundo semestre hizo que la figura de Julio Vaccari quedara en el ojo de la tormenta y que se empezara a especular con su continuidad, algo impensado hasta hace algunas semanas atrás, cuando todo era optimismo e ilusión por parte de los hinchas de Independiente.

Las versiones no sólo circulan por las inmediaciones de Avellaneda, también están presente dentro del propio predio de Villa Domínico. Por eso, con el clásico frente a River en el Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini y la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana ante la Universidad de Chile a la vuelta de la esquina, Néstor Grindetti mostró la cabeza para respaldar al entrenador.

“No me voy a dejar llevar por estos partidos para tomar una decisión con Vaccari. Hay que ver desde dónde venimos, revalorizó el plantel y hay que tener serenidad. Con Vaccari tengo un vínculo y respeto las charlas que tenemos. Valoro su transparencia y sinceridad además de sus cualidades técnicas”, sostuvo el presidente del Rojo en radio La Red, reflejando una vez más la sintonía que existe entre el principal dirigente del club y el conductor. Más allá de la banca en este momento, él siempre fue elogioso por el trabajo de JV (“Entiende el fútbol como nos gusta a los hinchas de Independiente”, supo decir en mayo, ante de los cuartos de final con Boca), fue respetuoso por sus métodos y mantiene un contacto permanente.

Vaccari entiende que el equipo se encuentra atravesando un momento complejo. Empezó el segundo semestre venciendo a Gimnasia de Mendoza, pero luego fue en caída libre: empató con Sarmiento, perdió con Talleres, Gimnasia y Belgrano, está último en la Zona B del Clausura, quedó eliminado de la Copa Argentina y salió de los puestos de clasificación a las copas. Sin embargo, el DT le bajó el precio a la crisis en la última conferencia. “Este no es un momento difícil, el momento difícil fue cuando agarré que si perdíamos tres partidos íbamos a pelear el descenso”, disparó, para continuar con optimismo de cara al futuro: “Nos han tocado momentos peores y el equipo se levantó”.

De esta manera, entre las suspicacias y la banca, a Independiente se le vienen dos partidos importantes para intentar enderezar el rumbo, dejar atrás el flojo comienzo de esta parte del año y tomar envión.