A bordo de su camioneta blanca, bajó la ventanilla, saludó con su mano derecha a la persona que le abrió el portón sobre la calle Colón e ingresó al club. A sus 35 años, después de quedar libre de Boca, Marcos Rojo inició su ciclo en Racing y quedó a disposición de Gustavo Costas. Luego de su primera con sus nuevos compañeros, el defensor fue presentado oficialmente como nuevo refuerzo y, también, se “oficializó” el adiós a la mención de su apellido al menos en la Academia.

“Marcos ya es jugador del PR1MER GRANDE.El defensor firmó contrato por un año y ya está disponible para el próximo partido de COPA Libertadores“, publicó Racing en su cuenta. Enseguida, en otra imagen oficial, el zaguero zurdo apareció de espalda, con el dorsal 6 en su camiseta y en la parte superior, el nombre Marcos R.

La era Marcos, a secas, comenzó en la Academia. Rojo se le borró de un plumazo porque su apellido representa el color prohibido para un DT tan fanático de Racing que no consume siquiera alimentos que tengan ese color, como morrones, tomates o gelatinas, por citar algunos ejemplos. Y mucho menos, permite ver esa tonalidad en vestimentas…

Marcos R, entonces, ya está a las órdenes del entrenador, al menos por ahora únicamente habilitado para la Libertadores y la Copa Argentina. En su entrenamiento inicial, el experimentado defensor trabajó con normalidad junto al grupo de futbolistas que este sábado no sumó más de 45 minutos en el clásico ante Boca o no participaron del mismo.

El ex Boca repartió sonrisas por todos los sectores de la cancha auxiliar. Dialogó con el DT; se reencontró con Agustín Almendra (fueron compañeros en el Xeneize y ambos terminaron en conflicto con Riquelme); habló con los líderes Gabriel Arias y Bruno Zuculini; y entre varias fotos, en una apareció junto a Diego Milito (presidente), Sebastián Saja (director deportivo) y el propio Costas.

Este lunes por la tarde, con apenas dos prácticas encima con Racing, el ex Selección y Manchester United viajará con el plantel rumbo a Montevideo, donde seguramente -de máxima- irá al banco de los suplentes contra Peñarol en la ida por los octavos de final de la Libertadores. Mientras tanto, sigue inhabilitado para disputar el Torneo Clausura porque Racing lo inscribió una vez vencido el plazo.

Según establece el reglamento, para que un jugador libre pueda llegar a otro club, primero debió rescindir contrato antes de las 18 del 24 de julio pasado. En su caso, por error de Racing, Rojo recién cortó su vínculo con Boca (se le terminaba a fin de este año) este viernes 8 de agosto, ante escribano, previo a que superara la revisión médica con la Acadé.

Desde la AFA le comunicaron al club de Avellaneda el incumplimiento en los tiempos y la dirigencia le pidió a su par del Xeneize que anule la rescisión. En la entidad de la Ribera respondieron que tienen la intención de colaborar, aunque no es sencillo porque la rescisión del jugador fue ante escribano.

Racing lo que planeó como nuevos términos fue que el futbolista arribe a a préstamo o por una venta simbólica desde Boca, esto permitido por el cupo abierto gracias a la transferencia de Emiliano Saliadarre al Miramar Misiones de Uruguay. De todas maneras, resta saber si la Academia consigue cristalizar todo esto para solucionar su problema.

Por lo pronto, en Racing hubo silencio al respecto en estas horas y Marcos hoy no está en condiciones de actuar el viernes frente a Tigre, por la quinta fecha del Clausura. En cuanto a lo contractual, dado sus varios antecedentes de lesiones, Racing le confeccionó un convenio por productividad. Es decir, por partidos jugados.

Marcos Rojo, Marcos R o Marcos Racing, todos la misma persona, ya es parte de la vida de la Academia.