La reoxigenación de River: el valioso equilibrio que encontró Gallardo y necesita sostener :: Olé

La reoxigenación de River: el valioso equilibrio que encontró Gallardo y necesita sostener :: Olé


08/08/2025 09:57hs.

Mientras respondía una consulta relacionada con las variantes que le ofrece Kevin Castaño, Marcelo Gallardo hizo un resumen sintético aunque bastante claro de lo que pretende de River. “Seguiré apostando por la vocación ofensiva tomando los recaudos defensivos para no sufrir”, planteó, insistiendo en la necesidad de “cubrir las pequeñas falencias que tenemos al momento de perder la pelota”.

En base a esa reflexión, es posible que el deté se encuentre tranquilo: mientras se asienta esa metamorfosis a la que el Muñeco llamó eufemísticamente “reoxigenación”, el equipo no sólo marcó diez goles en los cuatro primeros partidos del semestre sino que en el mismo intervalo sólo recibió uno.

Acumulando, además, cuatro valiosas vallas vencidas. Que no se explican, como en otros tiempos, por la impecable técnica de Franco Armani, sino que han sido consecuencia de un trabajo colectivo. Y todo en el arranque de una seguidilla de partidos decisivos que marcarán el rumbo de River.

En este pack de partidos (tres por el Clausura, uno por la Copa Argentina), por lo pronto, el de MG se mostró como un equipo compacto. Que es capaz de imprimirle la misma intensidad a los quites defensivos como a los ataques de juego asociado -nueve de los gritos llegaron por una jugada de toques; la única individualidad: el golazo de Facundo Colidio a Platense.

Los números reflejan una gran contundencia al momento de cuidar la pelota. En el Clausura, por caso, el equipo de Gallardo promedia 21,7 quites por encuentro, lo que evidencia una presión mucho más efectiva en relación al torneo anterior (18,3).

También aumentó el índice de despejes (de 15,6 cada 90 minutos en el campeonato anterior a 19,7) y se mantienen estables aunque en buen rango la cantidad promedio de recuperaciones (57,7, apenas por encima de la media del Apertura: 54,8), de intercepciones de pases (7,7 ahora, antes 8,2) y de recuperaciones: pasó de casi 55 a 57,7. Todo esto con un dato que también revela que Armani está teniendo una tarea menos exigente: durante el primer semestre promediaba 3,2 atajadas y ahora roza las 2 por encuentro.

Franco Armani y su seguridad.
Foto: Marcelo Carroll.

Los protagonistas de la solidez

El respaldo científico es parte del fenómeno, aunque no lo explica completamente: el nivel individual de los intérpretes contribuye a que funcione la maquinaria. En defensa, el pack de centrales funcionó (Germán Pezzella regresó con buen timing y mucha confianza; Paulo Díaz es clave para recuperar pero también para administrar bien las salidas desde el fondo) y los laterales tienen cada vez más influencia.

Gonzalo Montiel, quien va tomando confianza, no sólo convirtió sino que contagia por la entrega; Marcos Acuña hizo match con las necesidades de River y se ganó a la gente. Y en el mediocampo, Castaño hace un trabajo fino al cubrir los espacios que le quedan al equipo en las pérdidas, Enzo Pérez corta y organiza y Matías Galarza Fonda es un obrero que en dos partidos sincronizó su fútbol con el ritmo y el foco que exige el Muñeco.

Gonzalo Montiel. Imagen: prensa River.Gonzalo Montiel. Imagen: prensa River.

La sincronización completa es una tranquilidad sobre la cual apoyarse en un sprint que será desgastante: siete partidos más que determinarán el futuro de River en la Libertadores (el jueves que viene arranca la serie de octavos, que se cerrará una semana más tarde) y en la Copa Argentina (se jugaría a fines de agosto ante Unión para decidir quién avanza a cuartos de final), además de los cuatro encuentros agendados del plano doméstico.

En ese contexto, donde cada partido decidirá algo, es importante no sólo sostener el nivel ofensivo sino que el equipo siga respondiendo en el plano que quizás más le costaba hallar una regularidad. Bloqueando, interceptando, cerrándose para -desde ahí- construir. Con el cero como un punto valioso. Un cero que debe ser inoxidable.

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