“Fueron semanas duras las que vivimos. Nosotros lo sabemos“. Kevin Lomónaco definió con esas palabras la tormenta que atravesó el plantel de Independiente desde que comenzó el segundo semestre del año. El equipo de Avellaneda estuvo 15 partidos sin ganar, con siete empates y ocho derrotas. Y la racha adversa se cortó con las victorias consecutivas ante Platense y Atlético Tucumán, ambas por 3-0 en el estadio Libertadores de América – Ricardo Bochini. Dos triunfos que le permiten al conjunto de Avellaneda llegar con chances matemáticas de clasificar a playoffs del Torneo Clausura y de meterse en la Copa Sudamericana de 2026.
El Rojo no la tendrá fácil para cumplir ambos objetivos. En la próxima fecha visitará a Riestra y cerrará la fase regular del campeonato contra el Rosario Central de Ariel Holan, que ya tiene un lugar garantizado en los octavos de final. “Creo que, a pesar de estos dos triunfos, anteriormente hubo partidos en los que no merecíamos perder. Hoy en día estamos convirtiendo, que no se venía dando. No veníamos encontrando los resultados y creo que no lo veníamos haciendo bien, pero tampoco tan mal”, comentó el zaguero.
El defensor intentó explicar los motivos del bajón futbolístico que sufrió el Rojo. Una caída que eyectó del cargo de técnico a Julio Vaccari, quien fue reemplazado por Gustavo Quinteros: “Sabemos que el fútbol argentino es muy complicado para todos. Hay equipos que en el torneo anterior no llegaron a clasificar y hoy están peleando muy arriba. Esto cambia mucho”.
Así vivió el plantel los momentos de inestabilidad
Con el triunfo ante Atlético Tucumán, los jugadores de Independiente volvieron a escuchar aplausos después de un largo tiempo. “Tratamos de no enfocarnos en la crítica. Cuando ganás y cuando perdés va de la misma mano, lo sabemos nosotros y vivimos de esto”, expresó Lomónaco. Y contó que siempre intentaron no perder la calma: “En el primer semestre, cuando ganábamos, sabíamos que teníamos que seguir ganando porque el club te lo exige. Ahora que no se venía dando estábamos tranquilos porque sabíamos que en algún momento iba a llegar“.

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