Los Pumas: el sueño duró poco, pero hay presente

Los Pumas: el sueño duró poco, pero hay presente

Los Pumas, que volverán a competir en noviembre, en gira europea, completaron así un torneo que los confirman como actores centrales del rugby, pese a su profesionalismo tardío en un país de economía siempre frágil, y su lejanía del centro mundial, pero con una Liga interna competitiva, un público que llena estadios en todo el país cuando juegan Los Pumas, un orgullo que genera pertenencia y, ahora, un estilo que busca crecer a partir de la audacia. Que tiene su punto más alto con Juan Cruz Mallía (campeón europeo con Stade Toulousain) y como símbolo nuevo la ubicación como medio apertura (algo así como el número 10 del fútbol) de Tomás Albornoz, menos táctico, más corredor, y generador de ataques (como su try de hoy ante Sudáfrica). Nadie describió este cuadro mejor que el colega inglés Stephen Jones el último jueves en The Times. Su crónica abre y termina contando el amor y pasión que el propio Diego Armando Maradona sentía cada vez que jugaban Los Pumas. “El rugby –se titula el artículo- tiene suerte de contar con estos Pumas sublimes”.