Messi aceptó su sanción en la MLS y vio el empate de Inter Miami ante Cincinnati junto a Rodrigo De Paul y Antonela Roccuzzo, a puro mate

Messi aceptó su sanción en la MLS y vio el empate de Inter Miami ante Cincinnati junto a Rodrigo De Paul y Antonela Roccuzzo, a puro mate

A pesar de la bronca que todavía dura en Inter Miami, la sanción de la MLS a Lionel Messi sirvió para demostrar dos cosas: por un lado, que el 10 argentino no tiene coronita en la liga estadounidense; por el otro, su rol de capitán y líder, porque Leo aceptó la suspensión de un partido y fue a alentar a sus compañeros, que terminaron empatando 0-0 contra FC Cincinnati, líder de la Conferencia Este. Además, le dio la bienvenida a su socio, Rodrigo De Paul, que fue presentado de manera oficial como nuevo refuerzo antes del arranque del encuentro.

Leo apareció en el Chase Stadium de Fort Lauderdale vestido con una camisa blanca, impecable, y se sentó en el palco de su familia junto a Antonela Roccuzzo y sus hijos. Bien cerquita estuvo De Paul, también de blanco, con su renovado look rapado y entusiasmado por empezar a vivir esta aventura al lado del rosarino.

En la previa, Inter Miami le dio a De Paul el trato que suele brindarle a sus estrellas. El ex Atlético de Madrid ingresó al campo de juego de la mano de sus hijos y fue recibido por las autoridades del club, que le entregaron su camiseta número 7. Hubo discurso con micrófono, fuegos artificiales y hasta una murga con ritmo de hinchada argentina. Luego, el de Sarandí se sentó en el sector de los Messi.

Las cámaras de la TV los enfocaron varias veces y a la dupla de campeones del mundo se la vio charlando, tomando mate y por momentos sonriendo, aunque concentrados en las acciones del duelo en que su equipo, vestido esta vez de celeste, buscaba un triunfo para cortarle distancia al puntero. Pero el Inter Miami sin Messi es la nada misma, en especial si sus ataques se encolumnan detrás de esta pobrísima versión de Luis Suárez.

Fueron horas sensibles las últimas para Messi pero también para la franquicia que lo acogió hace un par de años. El castigo de la MLS sobre el 10 se sintió como un baldazo de agua fría en una relación que venía siendo ídilica, con Leo disfrutando las libertades de la baja exigencia competitiva y la liga disfrutando los beneficios comerciales de un furor inédito. Pero “las reglas son las reglas, y son las mismas para todos”, como explicó casi lamentándose el comisionado Don Garber, su máxima autoridad.

El magnate Jorge Mas, propietario del Inter, fue menos diplomático y reconoció que a Leo le cayó muy mal la sanción, afirmando que se sentía muy decepcionado. En Miami no pueden creer que la MLS no haya contemplado el desgaste físico que viene padeciendo Leo, que cumple las exigencias de los sponsors y juega los 90 minutos de todos los partidos, a pesar del calor extremo que azota la tierra yanqui.

Es cierto que Messi no habló sobre la sanción pero dio un mensaje yendo al partido con Cincinnati, un gesto que fue valorado especialmente en Inter Miami, recordando que a fin de año se termina su contrato y la idea es renovarlo. Se presume que la llegada de De Paul, que firmó un vínculo hasta 2029, ayuda a que todo fluya de la manera esperada. El empate contra Cincinnati también sirvió para calmar los ánimos, aunque mucho tuvo que ver la árbitro Tori Penso, que anuló un gol de la visita en el último minuto, cobrando una falta inexistente.