Newman y SIC definen al campeón del Top 12 de la URBA en la Catedral del rugby

Newman y SIC definen al campeón del Top 12 de la URBA en la Catedral del rugby

La mítica cancha del CASI, la Catedral, tendrá lugar para una nueva página en la historia de la URBA. Allí se definirá la edición 2025 del Top12 en una final que no tiene al dueño de casa, sino a SIC, su clásico rival, y a Newman, que intentará quedarse con el título por primera vez en su historia. Con todas las entradas vendidas, se espera el partido con enorme expectativa.

El encuentro comenzará a las 17.10, con arbitraje de Tomás Bertazza, el mismo juez de la definición del año pasado, y será transmitido en vivo por ESPN 2 y Disney+ desde las 16.40. La Catedral se vestirá de fiesta, con las tribunas divididas entre la expectativa del Cardenal y la fe de los Zanjeros, dos hinchadas que conocen el sabor de los duelos intensos.

Newman llega a su segunda final en la historia -la anterior fue en 2008, caída 22-10 ante Hindú- y lo hace con la sensación de estar ante una oportunidad única. En un torneo de alta competencia, fue tercero en la fase regular, con 16 victorias y 6 derrotas, y desplegó un rugby de precisión, apoyado en la solidez del pack y el filo de sus tres cuartos. En semifinales, despachó a Belgrano por 41-24, confirmando que su ataque es uno de los más aceitados del certamen.

El equipo que conducen Santiago Piccaluga y Marcos Ayerza anotó 624 puntos, con 79 tries y un juego ofensivo que combina orden y vértigo. Su apertura y líder, Gonzalo Gutiérrez Taboada, es el goleador con 227 puntos, y representa la brújula del Cardenal: un jugador que entiende los tiempos del partido, que patea con el aplomo del que sabe que cada punto pesa más en finales. Marcelo Brandi y Santiago Marolda, con nueve tries cada uno, le dan al equipo una identidad de ataque cerebral.

Newman carga con el desafío de romper una estadística que parece escrita en piedra: ningún club sin títulos ha ganado desde que el torneo se define por playoffs, algo que sucede desde 1998. El último en debutar como campeón fue Hindú, hace casi tres décadas. En caso de lograrlo, lo del Bordó completaría una revolución silenciosa, la coronación de un proceso más que de una sorpresa. A la cancha, los mismos XV de la semana pasada.

Del otro lado, todo lo contrario. Cuando se habla de definiciones, San Isidro Club escribe su nombre en mayúsculas. Esta será su vigesimotercera aparición decisiva, con ocho títulos en las doce anteriores, y un total de 27 coronas en sus vitrinas.

El equipo de Eduardo Victorica y Gonzalo Longo finalizó cuarto en la fase regular (15 triunfos, 7 derrotas) y viene de superar al CASI en una semifinal que fue un test de carácter: 13-9, con más oficio que brillo.

El Zanjero acumuló 671 puntos a favor, con 83 tries y un ataque de múltiples variantes. Santiago Pavlovsky, su apertura, es el máximo anotador (169 puntos) y símbolo de un equipo que combina la potencia de su pack con la precisión del juego táctico.

En las puntas, Jacinto Campbell y Andrea Panzarini suman 9 tries cada uno, y representan la amenaza constante que convierte cada pelota suelta en oportunidad.

El equipo llega con una sola modificación respecto al triunfo ante el CASI: Manuel Curuchaga ingresa por Bautista Viero, quien en el clásico de la semifinal sufrió una grave lesión como consecuencia del derrumbe del scrum.

El segunda línea dejó la cancha en camilla y fue derivado de urgencia y tras los primeros estudios se confirmó una luxación en la columna cervical, entre la quinta vértebra y la sexta sin ningún daño en la médula espinal y por la que fue intervenido quirúrgicamente al día siguiente, con una buena evolución.

Los antecedentes inmediatos

El año pasado el camino los cruzó dos veces y cada uno se llevó una victoria: el SIC se impuso 34-24 en Boulogne; Newman respondió 45-21 en Benavídez. Desde 1981, el historial muestra 41 triunfos del SIC, 19 de Newman y 2 empates, pero las finales tienen su propio idioma: ahí los números pesan menos que el pulso.

El Cardenal llega con la energía de quien quiere dejar de ser promesa. El Zanjero, con la compostura del que conoce las trampas del desenlace. En la Catedral, donde el rugby de Buenos Aires escribe sus páginas más memorables, uno buscará su primera estrella y el otro defenderá su linaje.

Porque una final no sólo decide un campeón: también revela quién está dispuesto a sostener la historia… y quién se anima a reescribirla.

Los equipos

NEWMAN: 1- Miguel Prince, 2- Marcelo Brandi, 3- Bautista Bosch, 4- Pablo Cardinal, 5- Alejandro Urtubey, 6- Faustino Santarelli, 7- Joaquín de la Vega, 8- Rodrigo Díaz de Vivar, 9- Lucas Marguery, 10- Gonzalo Gutiérrez Taboada, 11- Jerónimo Ulloa, 12- Tomás Keena, 13- Benjamín Lanfranco, 14- Santiago Marolda, 15- Juan Bautista Daireaux.

Suplentes: 16- Beltrán Salese, 17- James Wright, 18- Fermín Perkins, 19- Francisco Lascombes, 20- Jerónimo Ureta, 21- Lucas Nava, 22- Florencio Llerena, 23- Cruz Ulloa.

SIC: 1- Marcos Piccinini, 2- Ignacio Bottazzini, 3- Benjamín Chiappe, 4- Ciro Plorutti, 5- Manuel Curuchaga, 6- Andrea Panzarini, 7- Santos Fernández de Oliveira, 8- Tomás Meyrelles, 9- Mateo Albanese, 10- Santiago Pavlovsky, 11- Timoteo Silva, 21- Carlos Pirán (C), 13- Nicanor Acosta, 14- Jacinto Campbell, 15- Bernabé López Fleming.

Suplentes: 16- Francisco Calandra, 17- Tadeo Ledesma Arocena, 18- Ignacio Villegas, 19- Tomás Legarre, 20- Franco Delger, 12- Juan Soares Gache, 22- Felipe Sascaro, 23- Santos Rubio.