“No me miro por la tele porque me da vergüenza”

“No me miro por la tele porque me da vergüenza”


Se sienta en la platea, toma un sorbo de agua y se dispone a charlar. Entonces, alza la mirada, se enfoca en la popular y le grita a uno de sus colaboradores: “¿Cómo puede ser que no hayan limpiado la tribuna? Saquen eso rojo de ahí”. La referencia tiene que ver con unos globos que quedaron dispersos tras el partido que disputaron Argentinos Juniors y Lanús por la Copa Argentina. También, los colores de Independiente, el rival de siempre. Y Gustavo Costas podrá ser el técnico de Racing, pero antes que nada es hincha de la Academia. Por eso no concibe su vida sin otro prisma que no sea celeste y blanco.

Son horas decisivas para el entrenador de 62 años. Se vienen San Lorenzo, este viernes en Avellaneda; Vélez dos martes seguidos por la Libertadores; Huracán, el clásico con Independiente y el partido del morbo ante River, por la Copa Argentina. Cualquiera estaría preocupado en su lugar, pero Costas está feliz, muy a pesar de la seguidilla de derrotas en el Torneo Clausura. Lo deja claro en la charla con Clarín en el Cilindro, su segundo hogar: “Esto es lo más lindo que te puede pasar, jugar y pelear en todas las competencias”.

-¿Cómo está el equipo teniendo en cuenta la racha negativa en el Clausura?

-Sabemos que tenemos una cuenta pendiente con el campeonato y, sobre todo, con los últimos dos partidos. Tenemos que cambiar la imagen. Las tres veces anteriores que perdimos acá, no nos patearon al arco. En cambio, con Argentinos y con Unión nos faltó actitud, concentración, todo lo que somos en cada partido… Perder, podés perder, pero hay maneras y maneras. Y eso nos tiró un poco abajo. Ahora nos corresponde como cuerpo técnico recuperar a los jugadores, levantarnos y volver a ser el Racing que siempre fuimos. Con el mismo hambre y la pertenencia que solemos tener. Por eso, los clásicos son lo mejor que nos puede pasar. Y estamos a un paso de la semifinal de la Libertadores. Confío mucho en este grupo.

-El otro día dijiste que la culpa es tuya porque vos les metés en la cabeza el chip internacional. ¿Pasa por una cuestión de actitud? ¿Motiva más jugar las copas?

-Tratamos de inculcarles que tenemos que ir por todo, hasta por los amistosos. Nos costó mucho, por ejemplo, llegar hasta donde llegamos en la Copa Argentina, que era otra deuda. El año pasado, veníamos en racha, habíamos ganado seis o siete partidos en el campeonato y en la Sudamericana y perdimos con Talleres de Remedios de Escalada. Fue un sacudón muy grande. A veces es difícil meterte en la cabeza jugar el torneo local. Venís de haber logrado algo que no se lograba hace mucho… Estos chicos no jugaron tantos partidos internacionales o con tanta gente. No es que le ganamos a cualquiera, le ganaste a Peñarol, un equipo muy copero, que había sido semifinalista el año pasado de la Libertadores. Hay que seguir y uno no quiere ser mediocre. Si ganamos dos Copas, tenemos que ir por la otra. No es excusa, pero en tu cuerpo convive eso de seguir ganando y por otro lado, te relaja.

Gustavo Costas, en el Cilindro, su segunda casa. (Francisco Loureiro)

-No, no. A veces, inconscientemente te pasa porque venís de grandes triunfos de vivir cosas hermosas y el cuerpo, quieras o no, se relaja. A mí no porque yo soy un enfermo, termina el partido y al otro día quiero ganar el siguiente porque mi sueño es llevar a Racing bien arriba. Cuando llegué acá, todos me decían: “Boludo, te ponés la vara alta, ¿para qué decís que tenés que ser campeón de la Sudamericana?”. Pero uno tiene que seguir buscando más. Todos saben la locura que tengo por la institución.

-Los hinchas te aman, pero también te exigen. ¿Sentís la presión?

-Si me guío por la calle, hasta hinchas de otros clubes me paran para saludarme. Todo el mundo te pide fotos. La gente de Racing se larga a llorar cuando me ve. Igual, yo no veo redes sociales.

-¿Pero no sentís un murmullo cuando el equipo no funciona?

-Antes, sí. Hoy no. Pero si acá criticaron a Pizzuti, a Basile, al Panadero, a Perfumo y a Rubén Paz, ¿cómo no me van a criticar a mí? En Racing putearon a todos. Ni a Jesús quieren todos. Pero esto es algo que no me imaginé nunca. Hasta los chiquitos salen del colegio y me abrazan. El otro día, me buscaban los pibes de Argentinos Juniors en el banco y no me encontraron porque me echaron.

El técnico de Racing va por todo: Copa Argentina, Libertadores y trepar en el campeonato. (Francisco Loureiro)El técnico de Racing va por todo: Copa Argentina, Libertadores y trepar en el campeonato. (Francisco Loureiro)

-¿Sentís que tenés que hacer cambios por los resultados que no acompañaron? En el segundo tiempo, cuesta encontrar respuestas para remontar los partidos.

-Sí, porque al equipo le agarra la locura y empieza a correr para todos lados. Los partidos los pierdo y los gano yo, pero el problema de Racing no es táctico. No tiene que ver con el hecho de jugar con tres, cinco o dos. Esto es de la cabeza. Date cuenta: cuando a nosotros nos atacan con un solo “9”, defendemos con línea de cuatro. Te dicen que te falta un volante; al contrario, nos sobra un mediocampista porque tenemos a Sosa en el medio.

-Pero si sacás a un volante y terminás jugando con cuatro delanteros, el equipo se descompensa. No funcionó en los últimos partidos.

-Sí, funcionó contra Peñarol. Por eso, es el estado anímico. Hoy dependés de cómo se levanta el jugador. Nosotros jugamos de una manera cuando el futbolista está metido, concentrado, atento a los 90, 95 o 100 minutos. Tenés que hacer movimientos rápidos. Con Argentinos y Unión fuimos muy lentos. Cuando jugás con tres atrás, uno es stopper o líbero y salta enseguida a la mitad de la cancha. Y no pasó. Esperábamos o le salíamos a 15 metros y ahí quedás descubierto en el fondo. Tuve conversaciones con equipos brasileños y ellos me preguntaban cómo hacía Racing para jugar de esta manera, con seis o siete hombres en ataque. Insisto, el problema no es táctico.

-¿Y no será que los rivales te encontraron la vuelta?

-¿A la Selección Argentina no le encontraron la fórmula? ¿No saben que Messi siempre engancha para el medio? A vos te pueden sacar la ficha, pero lo importante es lo que hagan los jugadores en el uno contra uno defensivo y ofensivo. Antes salías y te los comías. Ahora salimos a 15, 20 metros y los rivales se dan vuelta y hacen lo quieren. Hay que presionar más arriba. Con Paranaense, con Corinthians, presionamos desde el primer minuto. Cuando logramos hacer eso, somos muy difíciles para cualquiera.

Gustavo Costas, DT de Racing. (Francisco Loureiro)Gustavo Costas, DT de Racing. (Francisco Loureiro)

-Entonces, ¿qué influencia tenés durante el partido?

-Gana los partidos el jugador y los pierde el técnico. Si jugaste mal, es porque no le llegaste al futbolista o elegiste mal a quien poner. Con Peñarol decidimos cambiar la defensa, porque tenemos cinco o seis jugadores en ese lugar. Y te preguntás: ¿quién marca mejor? ¿quién cabecea mejor?

-¿Estás conforme con el plantel? Se fueron Juanfer, Roger, Salas y llegaron futbolistas que los hacen brillar por su ausencia.

-¿Cuánto lo putearon al uruguayo (Martirena)? ¿Y a Nardoni? Hoy son indiscutidos. Los chicos que vinieron ahora no tuvieron mucho tiempo. Tomy Conechny estuvo un mes y medio de vacaciones y fue titular contra Riestra, que era un partido en el que nos jugábamos todo. No conocían los nombres de sus compañeros y todo lleva un tiempo. Y la camiseta de Racing pesa. Te lo dicen los propios jugadores. Antes tenías a Salas y Maravilla que, junto con Solari, podías hacer juego directo, presionaban adelante y eso era un contagio para el resto. Con ellos tres ganamos por diferencia de tres y cuatro goles.

-¿Te está costando encontrar el reemplazante de Salas? ¿Tenés que cambiar la manera de jugar?

-Hay que cambiar la manera de presionar, en realidad. Tenemos jugadores que por ahí no van tanto al choque, pero tienen buena técnica.

-¿Lo de Salas te dolió más por el jugador que perdiste en tu estructura o porque fue uno de tus hijos del fútbol, al que trajiste a triunfar a Racing?

-Yo no le cierro las puertas a nadie y a mí nadie me debe nada. Yo soy un agradecido a ellos porque me hicieron cumplir un sueño, me dieron títulos y pude vivir algo que jamás imaginé acá. Se tiró de cabeza por el club, por el compañero, con sentido de pertenencia. No le reprocho nada. Solo le pedí enterarme por boca suya que se iba a ir a River. El que se quiere ir, lo puede hacer. Y el que se queda, tiene que dejar todo para llevar a Racing a lo más alto. Es difícil retener a los jugadores cuando se ganan cosas. Acá vinieron a buscar a todo el mundo. Botafogo vino a buscar a Cambeses, que es el arquero suplente. A alguno lo tuve que convencer para que se quedara y la Comisión pudo mejorarle el contrato a otros.

-Recién mencionaste a Cambeses, entró con Peñarol, parecía que se venían los penales, finalmente no sucedió porque Pardo hizo el gol. Sin embargo, a Gabriel Arias no le gustó, después dijo que habló con vos. ¿Qué vas a hacer con el arquero titular, que falló en cinco de los últimos diez goles que recibió Racing?

-Desde que Van Gaal hizo el famoso cambio del Mundial de Brasil, siempre les pregunté a los entrenadores de arqueros que tuve en los diferentes equipos que dirigí: “¿Vos qué harías en esa situación?”. Campagnuolo, el año pasado, me contestó: “No le podés avisar antes porque juega condicionado”. Nosotros lo habíamos resuelto de antemano, pero no se lo dije. Después, le pedí disculpas. Es difícil tomar una decisión así, más con el capitán y un referente.

-¿Se apuró en volver de la lesión?

-Capaz que tenés un dolorcito, pero querés estar. Yo prefiero a la gente que quiere estar siempre.

-¿Y decidiste qué vas a hacer? ¿Vas a confirmar como titular a Arias?

-Tengo dos buenos arqueros. ¿Sabés cuántos jugadores quisieran estar en esta situación de pelear todo? Vamos a necesitar de todos, porque no van a poder jugar siempre los mismos once. Vamos a tener que cambiar, que rotar.

"Tenemos que recuperarnos mentalmente", reveló Costas. (Francisco Loureiro)“Tenemos que recuperarnos mentalmente”, reveló Costas. (Francisco Loureiro)

-Vélez ganó dos títulos en dos meses, vienen encumbrados en el Torneo Clausura, ¿es el favorito en esta serie?

-Jugamos contra un gran rival. Lo fue construyendo Quinteros, ahora se potenció con los Mellizos, va a ser durísimo. Por actualidad Vélez está mejor que nosotros. Pero me gusta que nos den por muertos.

-¿Alcanza para ser campeón de la Libertadores?

-Nosotros vamos por todo. Se los digo todos los días a los jugadores. Hablo uno por uno, agarro a dos o tres juntos, o hago una charla grupal. Tenemos que recuperarnos mentalmente. A los nuevos se los dije, sé que recién vinieron, pero no tenemos tiempo. Es hoy, es ahora.

-¿Qué análisis hacés de Duvan Vergara y Richard Sánchez?

-Richard tiene un problema familiar del que no voy a hablar. Duvan viene del fútbol colombiano y si bien no se sigue jugando como en los 80, allá tienen más espacios. Acá es difícil darse vuelta. Nosotros necesitamos que sea intenso. Lo ves a Martirena y no es el de antes. Ahora te baja la pelota, te hace goles, pero tardó en adaptarse. Hoy no tenemos tiempo.

-Marcelo Gallardo dijo que River está 5 puntos. ¿A Racing qué puntaje le ponés?

-Podemos estar en 10 o en 1, no tenemos término medio. Vos ves el fútbol argentino cómo es. Argentinos Juniors juega bien. Después, son todos equipos parejos. Hoy, en el fútbol si no estás metido, con ganas e intensidad, se hace difícil.

-¿Milito te respalda? ¿Cuánto tiempo te ves en Racing?

-Diego viene todos los días. Con él podemos hablar de fútbol porque fue jugador, es distinto a otros dirigentes. Yo vivo el día a día y me exijo. Ganamos dos copas internacionales, pero eso no garantiza nada. Yo quiero que Racing esté bien con o sin Costas. Por eso siempre digo que tenemos que estar unidos. La vieja política de Racing sigue viva, pero cuando estuvimos juntos, lo ganamos. Yo siento que ganamos las copas desde que despegó el último avión o arrancó el último micro con los hinchas. A mí me revienta que nos estemos peleando entre nosotros. Vivimos épocas de mierda, estábamos por desaparecer… claro que te jode estar así en el campeonato, pero logramos dos títulos importantes.

-La vara la pusiste alta vos.

-Sí, pero vos perdés dos partidos y no podés pedir que echen a todos. Lo mismo con el jugador, lo tenés que esperar, le tenés que dar confianza. La gente de Racing influye mucho. No trajimos jugadores de elite, sino gente con hambre. Y con ellos llegamos lejos.

El hincha que va por dentro

Costas, entre luces y sombras, en el Cilindro de Avellaneda. (Francisco Loureiro)Costas, entre luces y sombras, en el Cilindro de Avellaneda. (Francisco Loureiro)

Costas corre al lado de la cancha. Parece que quiere meterse a cabecear, como en sus tiempos de zaguero central. Y fue expulsado dos veces en este torneo. La AFA lo castigó con cuatro fechas de suspensión y no pudo estar en el banco contra Argentinos y Unión. Tampoco podrá hacerlo frente a San Lorenzo y Huracán.

“Yo siempre fui igual. Acá soy cuatro veces peor. No soy de quedarme sentado, no puedo. Lo vivo así. No me miro por tele porque me da vergüenza”, admite.

-¿No sentís que te extralimitás?

-Muy pocas veces me echaron y por eso ya pedí disculpas. Los árbitros me conocen. Afuera me decían: “Profe, no pase más la raya, que lo tengo que expulsar”. Racing siempre me sube las revoluciones, pero no me traiciona el hincha.

-¿Ya imaginás el clásico con Independiente, tan especial para vos y para los hinchas?

-El partido más importante que tenemos es San Lorenzo. Después, Vélez y el resto. Si fuera por mí, los concentraría un mes, pero me matan los jugadores. Necesitamos ganarlo y antes de llegar a tu casa, en el vestuario, pensar en la Libertadores.

-Así parece difícil disfrutar los partidos.

-Es la manera de exigirme como entrandor. Yo llego a mi casa y ya estoy pensando en los once que voy a parar el partido que viene, cómo voy a jugar, me encantan estos partidos.

Sus hijos y colaboradores

Gonzalo y Federico forman parte de su cuerpo técnico. El menor es su ayudante de campo, el videonalista y el que estuvo al frente del equipo junto a Francisco Berscé en estos partidos que Gustavo debió seguir desde un palco. El mayor es el preparador físico.

-¿Cómo es dirigir con ellos?

-Es algo hermoso, algo increíble que le agradezco a Dios. Gonza, desde los 14 o 15 años, no es que trabajaba conmigo pero le pedía un informe y ahí estaba listo. “Mirá que nos vamos a dirigir a Ecuador, fijate cómo juegan los equipos de allá”, le decía. Te miraba 5 o 6 partidos por día. Teníamos un cuaderno en el que estaban todos los detalles de los jugadores de Ecuador, Colombia o Paraguay. Había técnicos amigos que me llamaban para preguntarme: “¿Qué central tenés en el cuaderno?”. El caso de Pardo, por ejemplo, es mérito de Gonza. Lo llevamos a Palestino y lo volvimos a traer a Racing.

El brazo del que todos hablan

Luego del triunfo ante Peñarol, Racing consignó la frase “creer” en sus redes sociales. Y fue acompañada por una imagen del brazo izquierdo de Gustavo Costas que tiene una característica peculiar: está torcido. La historia la cuenta el propio entrenador: “Era chico, tenía 3 años, y estaba jugando con un primo arriba de un barril, haciendo equilibrio. Y me empujó, con tanta mala suerte que caí encima de un ladrillo y me rompí el brazo. Mi viejo me llevó al hospital Fiorito y me pusieron un yeso. Estuve 45 días y cuando me lo sacaron, lo tenía al revés. El médico le dijo que me tenían que operar. Y mi papá le preguntó: ‘¿Puede vivir normalmente con el brazo así?’. La respuesta fue positiva. Y así terminé”.