“Mi madre es brasileña y mi padre argentino. En el fútbol siempre la tuve complicada para elegir, era un tema difícil en casa. A veces decía que hinchaba por Estados Unidos, porque nací allí, para evitar el tema. Pero quiero que le vaya bien a Argentina y a Brasil”, reconoció Leandro Juncos, joven piloto que hoy representa a la Argentina en la categoría GB4 de Inglaterra y que este fin de semana tuvo su estreno en el mítico Autódromo Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires en los 200 kilómetros del TC2000.
Sobre sus inicios en el deporte, más precisamente en el fútbol, recordó: “Después de mi paso por la academia del Barcelona en Estados Unidos, fui a España, después al Manchester City y más tarde surgió la posibilidad de ir a River, era muy chico. Entrené con el Diablito Echeverry, ese fue un muy lindo momento. Después fui a San Lorenzo, Defensa y Justicia y más tarde a Central Córdoba de Santiago del Estero, donde pude entrenar primero con la reserva y después con la primera. Me entrenó Madelón, jugué con el Pulga Rodríguez. Fue una experiencia única, aprendí mucho y me marcó como persona y como jugador”.
Con una sonrisa, contó: “Mi apodo en el fútbol era “el Yanki”. No fue fácil vivir en un país muy lejos de casa, pero tuve mucha suerte con la gente que me tocó estar. La gente de Santiago siempre fue muy cariñosa conmigo, nunca me sentí lejos. Hasta llegué a ir a entrenar a caballo antes de un partido porque no tenía auto y no había colectivos. Eso en Estados Unidos nunca me hubiese pasado. Son cosas que me marcaron como persona y me permitieron ver otro mundo”.
En paralelo al deporte, Juncos siempre priorizó sus estudios: “En Santiago hacía homeschool de Estados Unidos por internet. Siempre tuve buenas notas, incluso estaba un año adelantado, sobre todo en matemáticas. Una vez me saqué una D y en mi casa no lo podían creer. Después se supo que la clase que me daban estaba cuatro años avanzada para mi edad. Al tiempo llegó una carta del colegio pidiendo disculpas porque me habían incluido como si fuera alumno universitario”.
Hoy, su presente está en el automovilismo internacional: “Corro con la bandera argentina, siempre llevo una en mi mochila. Representar a Argentina en Inglaterra no es fácil, pero el cariño de los ingleses me sorprendió. Nos respetamos mucho, es un gran aprendizaje para mí. La GB4 es la escalera para la Fórmula 1, por ahí pasan todos los pilotos que después llegan a la máxima categoría. El nivel es muy alto, pero trato de disfrutarlo”.
Finalmente, en la previa de su debut en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires, destacó: “Para mí correr en Buenos Aires y en el Gálvez es algo único. La historia que tiene, los pilotos y autos que pasaron por ahí lo hacen muy especial. Además, corrió mi viejo y estará mi familia. Estoy muy agradecido por la oportunidad”.
Ese agradecimiento tuvo su recompensa: Juncos finalizó cuarto este sábado en su primera carrera con autos con techo y tracción delantera, cerrando un estreno más que auspicioso en el automovilismo argentino.