Riquelme era el rey del tiempo; ya no

Riquelme era el rey del tiempo; ya no

La bandera del Boca-Asociación Civil y defensa de la Bombonera (todavía sin anuncios de reforma concreta) sirvió en elecciones para fortalecer identidad y derrotar hasta a la alianza del poder político (Milei-Macri), una batalla despareja en el aparato mediático y, aun así, vencida a fuerza de pertenencia e idolatría bien ganada. Pero luego hay que jugar. Y el Boca de Riquelme-dirigente sigue en deuda. Gana poco y gusta menos. Y los plazos, inevitable, se le hacen cada vez más cortos. Y mañana martes, además, River comenzará a jugarse su pase a una nueva final de Libertadores.