Gonzalo Gutierrez Taboada, Scooby, debutó en la Primera de Newman en 2007 a los 20 años. El sábado, a los 38, pudo levantar por primera vez el título. Solo eso le faltaba para ser el emblema de un equipo que alcanzó la gloria 50 años después de su fundación. En el apertura se encarna mucho de lo que tiene este logro colectivo, apuntalado en cimientos de varias generaciones.
“Es increíble que haya llegado el momento después de tanto buscarlo y que se nos niegue por un punto tantas veces. Estamos en una fiesta, contra un equipo como el SIC, con la historia y la solidez que tiene. Acá no importa lo que hiciste en la temporada y se juega todo en 80 minutos y notros fuimos mejores los dos partidos (del playoff). Es una locura poder romper esta pared o maldición, llamenle como quieran”, analizó apenas unos minutos después de haber consumado el triunfo.
Fue el goleador de varias temporadas, pero con los cinco puntos que aporto ayer -un penal y una conversión- logró un hito personal: alcanzó el récord de 182 puntos en playoffs, la mayor cifra desde que existen los cruces directos para definir el torneo de la URBA.
“El deporte da revancha, después de tanto meterle y estar en la puerta, terminar culminando a esta edad, que se nos de así es increíble. No sé si hicimos algo distinto que los años pasados, poco a poco fuimos madurando y jugando mejor los partidos decisivos. En esta instancia casi que no importa cómo te fue en el año, tenés que ser mejor que el rival. Muchas veces no lo hicimos, y este año en los dos partidos se nos dio, fuimos superiores, por eso salimos campeones”, analizó Scooby.
Con este título conseguido, accedió a la final del Nacional de Clubes y el 15 de noviembre buscará ese título ante Marista de Mendoza,el campeón del Torneo del Interior. Será la tercera vez que lo intente, las otras dos fueron en 2015 y 2018 y ambas fueron derrotas ante Hindú.
Si bien Gutierrez Taboada está al borde de los 40 años, el plantel del Bordó no se compone con mayoría de jugadores de su experiencia, sino que hay más juventud que tira el promedio de edad para abajo. “Es espectacular ver a los chicos crecer, e ir transmitiendo la experiencia, que igualmente se hace jugando. Se logró una gran mezcla entre experiencia y juventud. Ojalá esto recién empiece, porque vamos por más”, indicó, como sin intenciones de ponerle fecha de vencimiento a su carrera.
“Newman es la segunda casa de uno, la familia, estamos construyendo un club para que el día de mañana los chicos lo disfruten. Esto es consecuencia de que se están haciendo bien las cosas”, cerró el emblema que ya tiene su estrella.





