Auckland City logró un resultado histórico al empatar 1 a 1 frente a Boca Juniors en la última jornada del Grupo C del Mundial de Clubes, y el impacto fue mucho más allá de lo deportivo.
El equipo neozelandés, considerado el más débil del certamen, recibió un millón de dólares como premio que otorga la FIFA por haber igualado el encuentro. Esa cifra, sumada a los 2,5 millones por participación, representa un ingreso inédito para una institución que compite a nivel semi-amateur en Oceanía.
En qué ocupará el Auckland City el dinero que recibió por empatar con Boca
El empate no solo le dio visibilidad internacional, sino que también trajo un alivio financiero inesperado. Según revelaron desde el plantel, el dinero recibido será compartido entre los jugadores y el cuerpo técnico. “El premio por el empate lo vamos a repartir entre el plantel y el staff”, confirmó el arquero uruguayo Sebastián Ciganda, quien fue parte de la delegación pero no sumó minutos.
La historia del equipo oceánico conmovió por sus contrastes. Ciganda, por ejemplo, trabaja limpiando piscinas y jacuzzis en su día a día. Para participar del torneo en Estados Unidos, tuvo que pedir vacaciones sin goce de sueldo. “Si no me las daban, renunciaba”, contó el oriental, quien ya planea regresar a su rutina laboral.
Otro de los protagonistas fue Christian Gray, el autor del gol ante Boca, que en realidad se gana la vida como profesor de educación física en dos escuelas de Auckland. Luego del partido, bromeó sobre su regreso al trabajo: “Tengo algunas tareas que se me acumularon en el último mes”.
Quién es Christian Gray, el docente que le metió un gol a Boca en el Mundial de Clubes
Los Navy Blues habían llegado al cruce con Boca tras perder por goleada ante Bayern Múnich y Benfica, con 16 goles en contra y sin marcar. Todo hacía prever una nueva derrota abultada, más aún teniendo en cuenta que el equipo argentino necesitaba golear para clasificar. Pero el desarrollo del partido fue otro: Boca dominó y generó situaciones, pero Auckland resistió y sorprendió con un tanto inolvidable.
“Todos nos daban por goleados otra vez, estaban seguros de que Boca nos iba a meter seis goles”, señaló Ciganda. Y aunque quedaron eliminados, el resultado fue vivido como una victoria. “Recuperamos un poco de respeto. Me alegra que los chicos estén felices, esto es muy importante para un club que depende de voluntarios”, explicó otro integrante del plantel.
La delegación ya emprendió el regreso a Nueva Zelanda, donde cada uno retomará su rutina habitual.
Así fue el empate entre Boca y Auckland City
BP
