Cuando transcurrían apenas 12 minutos de partido, Atlético Tucumán logró abrir el marcador ante Rosario Central -llevó sus hinchas- en el José Fierro, de la mano de su capitán, Leandro el Loco Díaz. Sin embargo, el árbitro Fernando Echenique hizo sonar el silbato de inmediato y le cobró una falta al futbolista del Decano en la previa al tanto, que despertó el enojo del jugador, de sus compañeros y de todo el público tucumano.

Es que, justo antes de tomar posesión de la pelota dentro del área, el Loco se la quitó por detrás a Enzo Giménez, cuando este estaba por despejarla. Apenas la recuperó, Díaz se acomodó y sacó el remate que ponía el 1-0. Ahora bien, ¿era falta?

La realidad es que es una jugada de interpretación y es esa entrada del Loco, poniéndole su pierna por entre medio de las piernas de Giménez desde atrás, la que seguramente provocó ese cobro instantáneo del árbitro, que estaba al frente. Adrián Franklin, a cargo del VAR, no llamó a Echenique para que la revise.

Un rato después, hubo otro ida y vuelta de Díaz con Echenique: el futbolista le reclamaba una falta de Franco Ibarra sobre Mateo Bajamich en el área de Central que hubiera derivado en un penal para el Decano.